lunes, 28 de octubre de 2013

En la cafetería de la dieta

“Sábado por la noche una noche de esas en la que no quieres salir de casa pero tampoco te apetece irte a dormir temprano. Mando de la televisión en mando, pilas nuevas, zapping preparado, preparados, listos, ya… ¡zapping!
Para mi suerte meten hoy un programa de decorado mediocre parecido al tele tienda pero sin nada sobre la mesa, solo unos botes de café. ¿Qué será tan interesante de comentar?
Por supuesto es una repetición, son las 02:15 de la madrugada y la presentadora no estaría tan alegre si la hicieran trabajar en ese horario
versión directo.

El tema: El café. Por lo visto el señor, un doctor de no sé donde, vino a explicar su estudio sobre que el café en las dietas está totalmente contraindicado por que ayuda a que el cuerpo almacene grasa. Sí que lo había oído antes, pero la cosa me pareció tan poco interesante que no presté atención, hasta el momento creía que más que el café lo que aumentaba el volumen no era más que las galletitas, el azúcar y la leche que lo suelen acompañar”


Bien, para empezar el café tiene parte de grasa, pero filtrándolo se elimina cierta cantidad.
En mis investigaciones he descubierto una de cal y otra de arena, por una parte si es cierto que el café contribuye a que el organismo asimile los hidratos de carbono que se transforman en energía, pero que si no se usa eta energía queda relegada a grasa almacenada. Ahora bien, el café, es un estimulante, es decir acelera el organismo y como consecuencia ayuda a realizar determinadas tareas con más rapidez y por lo tanto acelera la quema de más calorías.



En definitiva, que el señor de la televisión tampoco decía ninguna mentira en parte, pero se olvidó (supongo) de aclarar mi duda, es decir, no contó el segundo capítulo.


Yo en mis dietas sí permito el café sólo y hasta el café con leche descremada.
Por lo tanto, el café se puede permitir a personas que van a hacer cierta actividad después o bien que necesitan una energía extra que les motive para hacerla, de lo contrario, según mi criterio, es mejor cambiar el café por un té verde, que ayuda también a reducir las grasas.



Aunque, según mi experiencia en deportistas mejora la energía notablemente, no conviene tomar una taza antes de una competición, en una competición se recomienda salir deprisa a más no poder pero hacia la meta, no hacia el baño (no lo aconsejo por experiencia propia)







¿Es la hora de tu café?







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